Después de estar varios días en Kyoto, hoy nos toca abandonar esta ciudad tan encantadora. Nuestro objetivo de hoy es ir a ver el Lago Kawaguchi, desde nuestro hotel La Vista Fujikawaguchiko, con el Monte Fuji de fondo. Hoy va a ser un día de relax en este hotel.

Estamos algo preocupados, ya que el camino de Kyoto a Kawaguchiko no parece fácil. Lo teníamos planificado con anterioridad, pero la ruta que queremos hacer, solo aparece en Google Maps a ciertas horas. La mayoría de veces, te indica que vayas a Tokyo y desde allí vuelvas atrás en tren hasta Kawaguchiko.

A las 10:00 nos vamos a coger nuestro último shinkansen del viaje en la estación de Kyoto. Es un momento muy nostálgico, porque nos da la sensación que no volveremos a vivir esta experiencia. Tenemos que coger un shinkansen que pare, expresamente, en la estación de Mishima, y solo hay un tren Hikari cada hora que pare en esa estación. En Mishima, un bus nos debería recoger (etiquetado en Google Maps como Express Mishima Kawaguchiko Liner), llevándonos directamente a la estación de Kawaguchiko.

Por casualidad, antes de iniciar el viaje, vimos en una nota de Google Maps diciendo que hay que comprar con anticipación un ticket para este bus, ya que las plazas son muy limitadas. La página estaba en japonés, y no nos aceptaba el pago con cualquier tarjeta de crédito. Por suerte, conseguimos comprar estos tickets con anticipación. Dejamos la página aquí, en caso de necesidad.

Desayuno / Comida

En la estación de Kyoto nos compramos unos bentos para comer en el tren. No son nada del otro mundo, pero hoy es día de viaje y tampoco podemos escoger mucho.

A las 12:00 llegamos a Mishima, una ciudad pequeña. Saliendo hay un pequeño andén de autobuses, y allí nos está esperando el bus, que sale puntual.

Menos mal que compramos las entradas con antelación, porque el bus va lleno.

El bus es casi directo, solo hace una parada antes que la nuestra, al lado de un parque de atracciones (Fuji-Q Highland). Lo malo, es que según vamos acercándonos a nuestro destino, el tiempo va empeorando y empieza a llover.

Más pronto de lo anunciado, llegamos a la estación de Kawaguchiko. Es una estación muy bonita, hecha de madera, que por fuera parece de cuento.

Allí tenemos que esperar a una furgoneta turística, que nos llevará hasta nuestro hotel. Esta furgoneta estaba incluida al reservar el hotel, pero en caso de necesidad, también hay servicio de taxi en la estación.

El hotel es precioso. Tanto la recepción como las habitaciones están diseñadas para contemplar el Monte Fuji desde él. Nos registramos en el hotel, y subimos a nuestra habitación. Al entrar, supera nuestras expectativas. La habitación es grande, con dos camas enormes, y una terraza con «muy buenas vistas». El baño también impresiona, con su bañera, también con un ventanal de cara al Monte Fuji.

¿Cuál es el problema? Que el día está súper nublado y el Monte Fuji no aparece por ningún lado. Así que vamos a actualizar nuestra lista de fails:

Mt Fuji fail list

❌ ver el Monte Fuji desde el centro comercial Caretta Shiodome en Tokio
❌ ver el Monte Fuji desde el shinkansen hacia Osaka
❌ ver el Monte Fuji desde Kawaguchiko

Pero da igual, nada nos va a impedir darnos un baño con vistas al lago. Fuera hace fresco, y el agua está muy calentita. También aprovecharemos para ir al vestíbulo a tomar unas copas de vino, cortesía del hotel.

También aprovechamos para probar el onsen del hotel (como si no hubiésemos tenido suficiente con nuestra bañera), y nos comemos unos helados japoneses que también están incluidos.

Se acerca la hora de cenar, y las sorpresas van llegando una detrás de otra, porque, al parecer, tenemos incluido un menú degustación. En este punto ya estamos flipando, porque ni nosotros recordábamos haber reservado eso. Sí que es verdad que nos rascamos un poco el bolsillo para este hotel, pero no pensábamos que fuese a ser para tanto.

Vamos, que cuando nos sentamos en la mesa, y vemos que nos traen una tarjeta de menú como si fuese una boda, no damos crédito.

Cena: menú degustación en el hotel

Sabíamos que teníamos la cena incluida, pero no nos imaginábamos que se iba a tratar de un menú degustación.

El menú consiste en ocho platos, de los cuales vamos a hacer una degustación de varios aperitivos, y varios platos de sopas, verduras, carnes (incluyendo wagyu), quesos y pescados.

Todo buenísimo, la verdad es que vale muchísimo la pena. Y todo incluido.

En el postre, a sabiendas que estamos allí por nuestra luna de miel, nos escriben «Happy Honeymoon» con chocolate, de sorpresa, y nos regalan dos toallitas dobladas simulando dos perritos. La verdad es que han sido muy detallistas.

Subimos a relajarnos un rato a nuestra habitación, pero esto no acaba aquí.

Recena: ramen

En un papelito que tenemos en la habitación, se indica que a partir de las 22:30 se regala un bol de ramen a todos los huéspedes que bajen al restaurante.

Mira, estamos llenos de la cena, pero un ramen gratis es un ramen gratis. Así que bajamos otra vez al restaurante, a por nuestro ramen.

Volvemos rodando a la habitación. No habremos visto el Monte Fuji, pero habremos engordado unos kilos.