Hoy es el gran día, en el que visitaremos una de las siete maravillas del mundo, y además es el cumpleaños de Lorena, que ya se ha acostumbrado a cumplir años en la otra punta del mundo.

Tenemos nuestra primera entrada al circuito 2 de Machu Picchu a las 7:00, así que nos tenemos que levantar muy temprano, a las 4:30.

A las 5:00 abre el buffet del hotel, así que bajamos a comer algo rápidamente antes de irnos a hacer cola para el autobús. Aprovecho el despiste de Lorena para ponerle unas velas con el número 31 en un panecillo del desayuno. Le pido un mechero a la chica del hotel, y automáticamente pone la canción de «cumpleaños feliz» por los altavoces. No es que Lorena pase mucha vergüenza, porque estábamos prácticamente solos en el hotel, pero ha sido gracioso.

Aprovechamos también para hacer checkout y dejar las maletas en recepción para luego.

Desayuno

Desayunamos rápido en el buffet del hotel. Como todos los hoteles, el desayuno es bastante básico y nos comemos unas tostaditas con mermelada y alguna pieza de fruta.

A las 5:30 nos ponemos en la cola del autobús, pero no en la cola donde está todo el mundo, sino en la cola de los que tenemos entrada para las 7:00, que está a la atura del segundo puente, marcada con un cartel. Allí nos encontramos con Willian, nuestro guía para hoy.

Como hemos comentado anteriormente, tenemos dos entradas al Machu Picchu. Una a las 7:00 para hacer el circuito 2, que te permite entrar a las zonas principales de la ciudadela, y otra a las 9:00 para hacer el circuito 3, con el que se ve la parte inferior de la ciudadela, con el extra de entrar en Huayna Picchu.

¿Qué es esto de los circuitos?

El recinto se divide en tres circuitos, como medida que impuso la UNESCO para evitar que demasiada gente entrara en todo el recinto deteriorándolo. Los circuitos consisten en lo siguiente:

  • Circuito 1: te lleva a la parte superior de los andenes (gradas agrícolas). Es un buen lugar para hacer la foto, pero en nuestra opinión es la peor opción, porque en ningún momento se entra en la ciudadela.
  • Circuito 2: te lleva por la parte media de los andenes. Quizás también es el lugar donde mejores fotos se puedan tomar. En cuanto a la ciudadela, puedes acceder a la zona noble y religiosa y al patio central.
  • Circuito 3: te hace pasar por la parte inferior de los andenes. Quizás allí las fotos ya quedan demasiado abajo. También pasa por la ciudadela, pero lo hace por la zona religiosa y por la zona inferior de viviendas. También es el único circuito por el que se puede acceder al Huayna Picchu, pero hay que comprar un boleto extra con antelación, ya que solo se permiten 400 entradas al día.

Cuando llegamos a la cola, ya hay gente esperando para la misma hora. Nos recomiendan que vayamos temprano, porque la cola crece muy rápido, y es verdad, a las 6:00 la cola ya llega hasta arriba del pueblo.

Sobre las 6:15 subimos al bus, y en una media hora llegamos al parking de Machu Picchu, después de jugarnos la vida de nuevo por una de estas carreteras complicadas.

Aprovechamos a ir al baño de la entrada, ya que luego, dentro del recinto, no hay.

A las 7:00, puntualmente, nos abren la entrada al circuito 2. Empezamos a subir por los andenes y a echarnos las primeras fotos. A primera hora, el tiempo es variable, y durante unos minutos la vista se tapa por completo. Al poco rato, las nubes se despejan y ya tendremos sol para todo el día.

Al llegar arriba, tenemos una explicación por parte de nuestro guía sobre toda la historia de la ciudadela, por la que vamos visitando diferentes edificios y nos va contando para qué servía cada uno de ellos.

Cuando llegamos a la plaza principal, sobre las 9:30, nos cambiamos al circuito 3 y vamos a la entrada del Huayna Picchu. Allí nos tenemos que registrar en una libreta, conforme entramos, y nos dicen que a la salida tendremos que volver a firmar.

La mayor parte del camino está bien arreglado, pero es muy muy empinado. Todo son escalones hacia arriba. Aunque parezca imposible, el camino va todo el rato por dentro del bosque, y eso impide tener mucha exposición. Eso juega muy a favor de que no tengamos vértigo al subir.

Hay gente que vemos subiendo con vestidos, faldas, botas de calle, tacones… No lo hagáis. Aunque sea un recinto turístico, sigue siendo una montaña y hay que respetarla. Hay lugares peligrosos si no se lleva el calzado adecuado.

Subiendo los últimos escalones

Después de un buen rato subiendo y sacando el hígado por la boca, ya que vamos bastante rápidos porque estamos algo justos de tiempo, llegamos a los andenes de la cima del Huayna Picchu. Allí, al no haber árboles sí que hay un poco más de exposición, y también hay algún escalón que no está bien fijado y se mueve al pisarlo. Da un poquito de miedo si se tiene vértigo, pero no demasiado. Al llegar arriba hay un mirador con vistas preciosas al Machu Picchu.

Ha valido muchísimo la pena hacer esta excursión combinada. Por nosotros, debería ser obligatorio subir a la cima.

Cima del Huayna Picchu con Machu Picchu de fondo

La bajada es algo más rápida, inicialmente por un camino algo diferente por el que pasas por un pequeño túnel.

Mientras vamos bajando, todo el mundo nos va preguntando si queda mucho. Hasta nos encontramos con varias personas que preguntan si arriba hay algún bar o algo. A una señora le tenemos que dar parte de nuestra agua, porque a ella no le quedaba. Hay que planificar bien.

Al llegar abajo terminamos de ver el circuito 3, pasando por al lado de las llamas, y ya abandonamos el recinto.

Nos despedimos de nuestro guía, que nos ha hecho unas fotos excelentes durante toda la excursión, y nos ponemos a la cola del bus de bajada, que es larguísima.

Al llegar a Aguas Calientes, tenemos una hora hasta la salida de nuestro tren, así que cogemos las maletas del hotel, y nos vamos a comer cerca de la estación.

Comida: Mesa 7

Queremos comer algo rápido antes de ir al tren, así que nos pedimos dos hamburguesas caseras. La verdad es que no son las mejores que nos hemos comido y tanto la carne como el resto de ingredientes son un poco insípidos.

El precio tampoco es tan elevado, por estar donde estamos, pero no salimos muy satisfechos.

Precio: s/. 82 (20€ aproximadamente)

Ya que vinimos con IncaRail, quisimos que la vuelta fuese diferente y compramos el billete del PeruRail Vistadome, que es un tren parecido, pero de la otra compañía. En la sala de espera hay mucha gente pero accedemos rápido al tren.

Este tren no es tan guay. Nos lo vendieron como que hacen un espectáculo en el vagón, pero es una pasarela de moda camuflando el marketing para que luego compres las prendas de ropa que anuncian. Nos decepciona un poco y preferimos el IncaRail. Pero bueno, por lo menos nos dejan unos snacks de quinoa que no están mal.

El tren se avería a medio camino. Es como que lo han cargado con demasiados vagones, y no tira por las subidas. Nos preocupa, porque no hay otro camino para salir, y no hay doble vía para que pueda venir otro tren. Estamos media hora parados en el mismo sitio, pero sin explicación, se arregla y seguimos con normalidad.

Al llegar a Ollantaytambo, nos espera otro transporte privado que nos lleva de vuelta y llegamos sobre las 19:30 a Cusco.

Tenemos ganas de cenar, así que buscamos un Nikkei, que es un tipo de comida fusión japonesa peruana, que todavía no hemos probado en Perú.

Cena: Miwa

Hoy queríamos probar un restaurante de comida Nikkei, y hemos encontrado este, que tiene buena nota, en el centro de Cusco. Los platos son grandes. Nos hubiese gustado pedir más variedad, pero nos tenemos que conformar con seleccionar dos de ellos.

Pedimos un maki acevichado y un lomo saltado con fideos udon. Y para beber una cerveza Cusqueña y una CocaCola Zero.

Es increíble lo bien que casa la comida peruana con la japonesa cuando se fusionan. Lo que hemos pedido nos encanta.

Precio: s/. 126 (32€ aproximadamente)

Maki acevichado
Lomo saltado con fideos Udon

Volvemos al hotel a descansar, que hoy ha sido un día muy intenso. Volvemos al mismo hotel en el que estuvimos las dos noches anteriores en Cusco: Casa Cavassa.

Mapa resumen