Nos despertamos en: Super Hotel Premier Tokyo Station Yaesu-Chuoguchi
Este día nos lo habíamos reservado al final del viaje para hacer todo lo que no nos diera tiempo en Tokyo. Nuestro plan es ir a la zona de Yanaka, que se nos salía del recorrido el segundo día; a la Isla Odaiba, que dejamos de ir para ir al TeamLab Planets; y hacer una última visita a Shinjuku, que hubo cosas que nos dejamos por ver.
Antes que nada, bajaremos a desayunar al buffet del hotel.
Desayuno: en el hotel
El buffet del hotel está bien y hay bastante variedad de platos, tanto de comida japonesa como continental. Sí que es verdad que la comida no está tan rica como en otros hoteles que hemos ido hasta ahora, pero tampoco nos podemos quejar.
Nuestro primer destino de hoy es el barrio de Yanaka, usando la Yamanote Line, que nos lleva directamente a ese destino. Este barrio es una de las zonas que mejor conservan el encanto del Tokyo tradicional, ya que fue una de las pocas zonas que sobrevivieron a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y a los grandes terremotos. Su encanto empieza por sus calles estrechas y decoradas con plantas, sus casas de madera y algunos templos antiguos.
También cabe destacar que es una zona que no está turísticamente masificada, y que se puede pasear muy tranquilamente por sus calles.
Nosotros nos bajamos en la estación de Nippori, y a partir de allí vamos callejeando.

Empezamos por la que es, quizás, la calle más famosa, que es la Yanaka Ginza Shopping Street, en la que hay muchas tiendecitas y restaurantes. Aunque, nosotros llegamos a las 10:00 de la mañana, y a esa hora no hay casi nada de ambiente. Está todo cerrado.
En esa calle también están situadas las escaleras Yuyake Dandan, que són un lugar emblemático del barrio de Yanaka, conocidas por ser uno de los lugares para observar la puesta de sol (de ahí su nombre que se puede traducir como «escalones de la puesta de sol«), y también conocidas por aparecer en diversos animes y películas japonesas.
A partir de aquí, empezamos a perdernos por las calles. Vale mucho la pena evitar las avenidas principales, que no son tan bonitas, y moverse por las calles estrechitas del barrio, muy tradicionales y adornadas con plantas. Este barrio muestra muchísima tranquilidad.
Tras un rato paseando llegamos al Santuario Nezu. En este santuario, apenas hay turistas, y está envuelto de naturaleza. En él destaca un caminito compuesto de pequeños torii que nos va a recordar a Fushimi Inari. También, aprovechamos para hacer una pequeña ofrenda para poder colocar un kazaguruma en uno de los puestos que hay. Un kazaguruma es un pequeño molinillo de origami, hecho de colores, que nos entregan junto a un pequeño ritual, de soplarlo tres veces, colocarlo en uno de los espacios y pedir un deseo. Después de eso, presentar nuestros respetos delante del templo.



Abandonando el templo, y aprovechando que queremos ir a la Isla Odaiba, de camino en metro tenemos el Mercado del Pescado de Tsukiji. Donde haremos una parada y aprovecharemos para comer (temprano, que son las 12:00). Cerca del templo está la parada Sendagi, desde donde podremos llegar al mercado combinando la Chiyoda Line y la Hibiya Line. No están incluidas en el JR Pass, pero la combinación desde aquí no es muy buena.
Al llegar al mercado, nos damos cuenta del contraste. Esta sí que es una zona muy turística.
Comida: Mercado del Pescado de Tsukiji
En esta zona hay muchísimos turistas, paseando por las estrechas calles del mercado. También hay muchas paradas vendiendo diferentes tipos de comida, sobre todo a los turistas. Y digo sobre todo, porque los precios son bastante elevados, y estamos seguros de que los locales no compran nada allí.
Aún así, probaremos algo de sushi y sashimi en Saito’s Fish Market, y unas brochetas de diferentes partes de la anguila que venden en Unagi Shokudo, que luego descubrimos que una de ellas son higadillos de anguila.
También pedimos un cono de una especie de chips (creemos que son de Yuca) en Tsukiji Croquette.
La comida, en general, está buena, pero como hemos dicho, los precios son muy elevados. Las tres brochetas nos cuestan 1.000 yenes, una bandeja de 4 nigiris nos cuesta 2.000 yenes, y los sashimis unos 800 yenes más cada platito.
Comer allí nos acaba saliendo por unos 4.600 yenes (unos 26€), aún quedándonos com hambre, ya que los precios no se ajustan nada a la realidad por la cantidad que hemos comido.


En una de las calles del mercado hay un edificio más grande. En su interior hay varias pescaderías, donde los japoneses de la zona suelen comprar los ingredientes. Aquí los precios ya no están tan elevados, al no ser tan turístico.
Ahora ya sí que vamos hacia la Isla Odaiba. Desde donde estamos, la mejor manera de llegar es con el bus 05 – 2, que recorre las islas artificiales. Nos es difícil subirnos a este autobús, ya que va bastante lleno y hay cola en la parada, así que tenemos que dejar pasar uno y subirnos al siguiente.

Con el bus, nos bajamos justo antes del puente que lleva a la Isla Odaiba, y vamos caminando desde allí. Por el camino hay un centro comercial donde visitamos la Lego Store. Más adelante está el DiverCity Tokyo Plaza, en el que vemos las figuras a tamaño real de Doraemon, y toda una tienda dedicada a este anime. Allí también se encuentra la famosa estatua de Gundam.
Al lado del DiverCity también se encuentra el famoso edificio Fuji TV Building, que se define por su arquitectura futurista, y destaca su enorme esfera de 32 metros de diámetro suspendida entre dos torres. Aparece muy a menudo en animes y películas.
Habiendo visitado lo más importante de la isla, nuestro siguiente destino es Shinjuku, para ver ciertas atracciones que no nos dio tiempo a ver la última vez. Llegaremos hasta allí en metro, porque está muy lejos para ir andando.
Justo al lado del centro comercial está la Tokyo Teleport Station. Recibe este nombre ya que inicialmente se conocía a esta zona como Tokyo Teleport, dando un nombre futurista a la isla artificial. Esta estación nos permite ir a Shinjuku mediante la Rinkai Line, por debajo del agua.
Con este tren nos liamos un poco, porque, aunque lleve directo a Shinjuku, a partir de Osaki forma parte de la Yamanote Line, y pensamos que bajando en esa estación, pasando la Suica y revalidándonos con el JR Pass nos hemos ahorrado algo de dinero, ya que el trayecto es largo. No estamos seguros, pero aún así, lo hemos hecho.
Es el segundo día que bajamos en la estación de Shinjuku y nos volvemos a perder. Esta estación es realmente un caos.
Aprovechando que todavía es de día, lo primero que hacemos es ir al Tokyo Government Building, un rascacielos con un ascensor que lleva a un mirador interior donde se ve gran parte de Tokyo, y el Monte Fuji.
Subir allí es totalmente gratis. Las vistas a Tokyo son bonitas, pero lo más impresionante son las vistas a las nubes que tapan el Monte Fuji, para variar.
Mt Fuji fail list
❌ ver el Monte Fuji desde el centro comercial Caretta Shiodome en Tokio
❌ ver el Monte Fuji desde el shinkansen hacia Osaka
❌ ver el Monte Fuji desde Kawaguchiko
❌ ver el Monte Fuji desde Sengen Park
❌ ver el Monte Fuji desde el Tokyo Government Building
En este punto, llegamos a la conclusión de que esta montaña no existe, y que todo es una conspiración para atraer turistas a un lugar donde realmente no hay nada. Por suerte, se nos había pasado por la cabeza darle una oportunidad y volver a acercarnos hoy a Fujiyoshida, pero no lo hicimos, y menos mal.
Cuando bajamos del edificio, ya está anocheciendo, y nos damos una vuelta por la zona de Kabukicho. Nos acercamos al lugar donde está la estatua de Godzilla, que el otro día no llegamos a verla.

Merienda: la estafa de las gyozas en un tourist trap
Por esta zona hay muchos restaurantes, y se nos antoja comernos una cajita de gyozas como lo haríamos en Osaka o en otras ciudades. La zona es muy turística, y los restaurantes, en gran parte, son trampas de turistas. Hay que tener cuidado, porque nos estafan en uno de ellos.
La historia es que entramos en uno de los restaurantes que anunciaban en la puerta una cajita de 5 gyozas por 200 yenes. Las queremos pedir para llevar, así que tampoco le damos mucha importancia a la calidad del sitio. Los camareros nos dicen que no hacen comida para llevar, pero que podemos pasar tranquilamente y comérnoslas en una mesa. Nosotros no vemos ningún problema, la sala del restaurante es grande, y nos sentamos.
Al sentarnos, nos traen el típico platito de «cortesía» con dos vainas de edamame, una estafa típica que ya hemos comentado de otros restaurantes en zonas turísticas. Allí ya nos empezamos a oler lo peor, y es que cuando vamos a pagar, nos llega un ticket de 1.100 yenes (200 por las gyozas, y 900 por el edamame).
Preguntamos educadamente si el ticket está mal y se han equivocado, pero nos sacan un cartel que tenían escondido, indicando que solo por sentarte ya tienes que pagar 450 yenes. Allí iniciamos una discusión, ya que nosotros sólo queríamos unas gyozas para llevar, y fueron ellos quiénes nos indicaron que nos sentáramos. Al final, con malas caras, aceptan que solo paguemos por los 200 yenes.
La conclusión es que hay que tener mucho cuidado con estos sitios, y no volver a caer más en la estafa.
Después de esto, nos vamos de Shinjuku, que siempre que venimos nos pasa algo.
Al llegar a la zona del hotel, tenemos claro donde ir a cenar, y es que nos gustó tanto el restaurante de ramen en Kanda, que no queremos irnos sin comernos otro ramen una última vez.
Cena: Kikanbo
Se trata de un conocido restaurante de ramen, en el que probamos el ramen que más nos ha gustado de todo el viaje.
Hay una cola muy larga, aún llegando a las 19:00, esperamos aproximadamente una hora y media para poder entrar.
El restaurante es pequeño, ya que solo es una barra con taburetes con la cocina donde te preparan el ramen en el medio.
Hay que tener en cuenta, que es importante pedir el ramen en la máquina antes de hacer la cola, ya que mientras estás en la cola te piden los tickets y si no los tienes, tendrás que ir a la maquina a comprarlos. Luego en la cola te preguntan qué nivel de picante quieres.
Nosotros nos pedimos dos ramen con huevo. Hoy, ambos sin picante, ya que el otro día pedimos picante de nivel 3 y sacamos fuego por la boca.
Precio: 2460 yenes en total (unos 14€, los dos, aproximadamente)


Al terminar de cenar, volvemos paseando a nuestro hotel, donde pasaremos nuestra última noche en Japón.
Dormimos en: Super Hotel Premier Tokyo Station Yaesu-Chuoguchi