Por tercer día, nos despertamos en el Sotetsu Fresa Inn Kanda Otemachi. Hoy iremos a los alrededores del Palacio Imperial de Tokyo, nos acercaremos al distrito financiero de Ginza y terminaremos una de las islas artificiales al TeamLab Planets.

Volvemos a desayunar en el hotel.

Desayuno: Sotetsu Fresa Inn Kanda Otemachi

El desayuno en el hotel es muy sencillo y tiene lo típico japonés: arroz al vapor, sopa de miso, fideos al estilo yakisoba, un poco de ensalada y una sección de cafetería para hacer cafés.

Posiblemente, fuera el desayuno más básico que encontramos en todo el viaje, pero fue aceptable.

Antes de empezar con el plan del día, nos queremos acercar a la estación de Tokyo, ya que mañana tendremos que viajar en el primer shinkansen y todavía no tenemos el Japan Rail Pass activado.

El Japan Rail Pass normalmente se activa en la oficina del aeropuerto, pero como nosostros llegamos por la noche, lo tendremos que activar en la oficina de la estación de Tokyo.

Comenzamos nuestro día saliendo del hotel y atravesando Otemachi, uno de los barrios financieros de Tokyo, para llegar a la estación, que está a unos 15 minutos del hotel.

Llegamos a la estación, desde la plaza Marunochi. Desde fuera, la estación es un bonito edificio que destaca entre los demás, ya que es un edificio de tochos, siguiendo un estilo europeo. Parece una estación sencilla.

Una vez estás dentro, es un edificio enorme. Literalmente, el interior de esta estación ocupa 182.000 m2, unas 10 veces más que la estación de Sants de Barcelona, con sus 28 andenes, y sus pasillos comerciales interminables entre los andenes.

Por si alguien se encuentra en la misma situación que nosotros, y necesita activar el Japan Rail Pass en esta estación, os dejamos un plano con la posición exacta a la que hay que ir. En resumen, si estás en la plaza Marunochi, hay que entrar por la entrada que ves más a la izquierda.

Oficina de JR East entrando desde Marunochi
Entrada desde Marunochi
Entrada a la oficina

Una vez dentro, haremos aproximadamente 30 minutos de cola, hasta que entregamos nuestro voucher del Japan Rail Pass y nos entregan el ticket que tendremos que usar en todos los tornos de todas las estaciones.

A partir de este momento, tendremos incluidas todas las líneas de JR dentro de Tokyo, sobretodo la línea Yamanote, que es la línea circular que pasa por todos los lugares de interés, así que las priorizaremos por delante del metro.

La persona que nos atiende nos pregunta si queremos reservar algún asiento en el shinkansen, pero todavía no tenemos claros los horarios, así que solo reservamos el trayecto a Osaka para dentro de unos días. En este punto, la reserva es fácil, ya que nos entregan un papel con varias filas, donde solamente tenemos que rellenar nuestro trayecto y la fecha y la hora. No es para nada necesario hacerlo en este momento, ya que lo podemos hacer en cualquier máquina, lo veremos más adelante.

Con nuestro JR Pass, empezamos nuestra ruta desde la estación de Tokyo, caminando hasta los afueras del Palacio Imperial.

Palacio Imperial

Hoy, a diferencia que ayer, hace muchísimo sol. Además, aunque estemos a finales de septiembre, en Japón hace una temperatura más parecida a la que podría hacer en agosto. La zona del Palacio Imperial es muy abierta, así que recomendamos algo de crema solar para estos días.

El Palacio Imperial es la residencia oficial del emperador de Japón y está envuelto de grandes jardines, fosos y muros de piedra. El recinto incluye varios edificios oficiales como el palacio principal, salas de recepción y residencias imperiales, pero en la gran mayoría del recinto, está prohibida la entrada al público, por eso, no nos queda otra que pasear por la esplanada de Kokyo Gaien.

Puente de la Puerta Kikyo-mon

Salimos por la zona más al sur del recinto, para visitar Ginza.

Ginza

Ginza es uno de los barrios más elegantes de Tokyo. Hay una gran cantidad de tiendas de lujo, centros comerciales y tiendas de marcas internacionales.

Antes de entrar en lo más profundo de Ginza, pasamos por Yurakucho, una zona con muchos restaurantes y tiendas bajo las vías del tren. En uno de los centros comerciales de la zona, visitamos la tienda oficial de Sanrio, propietaria de famosos personajes como Hello Kitty.

Nos incorporamos a la calle principal de Ginza, y aquí ya sí que empezamos a ver tiendas de lujo y de marcas internacionales. También concesionarios de coches con modelos expuestos muy especiales.

En el SoftBank que hay en la avenida, nos detenemos a interactuar con un simpático robot, que al parecer, nadie le estaba haciendo caso, y le podías pedir que hiciera diferentes posturas para hacerse fotos contigo.

Se acerca la hora de comer, así que vamos hacia la zona de las vías, ya que queríamos comer en un restaurante muy recomendado en las redes (Sushi no Midori), pero nos encontramos que ya está completo y tenemos que buscar una alternativa, así que nos vamos justo al restaurante de al lado.

Comida: Tofuro Ginza Corridor Street

Es un restaurante muy bonito por dentro, ya que tiene las típicas mesas japonesas con cojines dentro de salas privadas. Comemos en una sala privada dos menús diferentes. El primer menú incluye nigiris, ensalada japonesa, langostinos en tempura, sopa de miso y otros acompañamientos. El segundo es un menú más básico con nigiris, un temaki y unos noodles fríos. Lo hacemos todo para compartir.

Los noodles fríos no nos encantaron, la verdad, pero todo lo demás estaba muy bueno y los nigiris fueron un acierto.

Precio total: 5000 yenes (aproximadamente unos 30€)

Saliendo de Ginza, pasamos por la zona de Shinbashi, distrito financiero en el que podremos observar a japoneses que van a trabajar, todos con el mismo look de camisa blanca y traje negro.

La verdad es que este barrio no nos sorprende mucho y no le encontramos mucho sentido venir, así que seguimos hacia Shiodome.

Shiodome es otra zona de negocios de la ciudad, muy parecida a Sinbashi, donde se encuentra la torre de televisión Nippon TV y el centro comercial Caretta Shiodome.

Lo que realmente nos interesa de aquí, es que en el pie de la torre de Nippon TV encontramos el reloj diseñado por Hayao Miyazaki (Studio Ghibli), que en algunas horas en punto, hace una pequeña actuación durante unos minutos con música y personajes animados. En nuestro caso, esperamos hasta las 15:00. La verdad es que había varias personas agrupándose a las horas clave para ver el espectáculo.

Reloj de Hayao Miyazaki

Lo que también nos interesa de aquí es el centro comercial Caretta Shiodome, en el que puedes subir a las plantas 46 y 47 gratuitamente, donde hay vistas panorámicas de la ciudad y de las islas artificiales.

Nuestro plan de hoy era seguir hasta la isla Odaiba, pero en este momento se nos ocurre que podríamos ir al TeamLab Planets, y casualmente hay algunas horas libres. Nos cuesta comprar las entradas ya que la pasarela de pago parece no aceptar algunas tarjetas de crédito españolas, pero finalmente, con la Revolut, lo conseguimos.

TeamLab Planets

Desde el lugar en el que nos encontramos, Google Maps nos sugiere ir al TeamLab Planets usando la línea Yurikamome del metro de Tokyo. Esta línea no está incluída en el JR Pass, y se puede llegar al lugar en autobús, pero para nosotros fue bastante esencial, ya que es una línea de metro que va todo el rato por una vía elevada, cruzando el Puente Arcoíris y todas las islas artificiales. El tren es automático y va sin conductor, por lo que te puedes situar en la parte de delante y disfrutar del viaje como su fueras conduciendo.

La penúltima parada es Shin-Toyosu, y es en la que nos bajaremos, ya que justo al lado está el TeamLab Planets.

TeamLab Planets se trata de una experiencia artística inmersiva y multisensorial. Solo entrar, nos harán quitar los zapatos (y arremangarnos los pantalones) para cruzar diferentes espacios interactivos, llenos de luces, sonidos y en algunos de ellos tienes que caminar por el agua, que te cubre hasta la rodilla. La verdad es que se trata de una experiencia interesante.

Uno de los espacios interactivos de TeamLabs

Torre de Tokyo

Saliendo de TeamLabs, aprovechamos que está oscureciendo y vamos en metro hasta la Torre de Tokyo, que teníamos planeada ver el primer día pero no nos dio tiempo.

No está nada cerca, la verdad, así que iremos haciendo una combinación de bus y JR.

Y por fin, podemos contemplar la torre de Tokyo iluminada porque ya ha oscurecido.

Para volver al hotel, la Yamanote Line está un poquito lejos, así que decidimos coger el bus local que nos indica Google Maps para que nos lleve hasta ella. Este bus es muy local, y solo hay gente de la zona. Nos choca mucho ver que el conductor tiene un micrófono y está todo el trayecto anunciando las paradas en un tono muy peculiar. No podemos evitar que nos entre la risa tonta durante todo el viaje. Esperamos que ningún local se sintiera ofendido.

Llegando al hotel, no es que nos apetezca mucho buscar un restaurante para cenar. Es tarde, y estamos cansados. Por suerte, en Japón siempre nos queda la opción de ir a un konbini.

Cena: 7-Eleven

En Japón, son muy famosos los konbinis (tiendas de conveniencia). Podemos encontrar 7-Eleven, Lawson y FamilyMart, y cada uno de ellos tiene diferentes productos. En todos ellos, hay comida preparada, que te la puedes calentar en el hotel o en la misma tienda.

Hoy, óptamos por comprar algo en el 7-Eleven más cercano al hotel. Nos basta con una especie de wrap de jamón york que venden, y unos onigiris.

La batallita de las maletas

En 3 días nos vamos a Osaka, donde pasaremos 3 noches y luego nos iremos a Kyoto, donde estaremos en diferentes hoteles según el día. Estamos súper confiados con que el servicio de Takkyubin va a funcionar a la perfección, y que podremos tener nuestras maletas en ambos hoteles.

Tal y como habíamos comentado, nuestro hotel da este servicio con la empresa Takkyubin, y es en este momento en el que nos acercamos para preguntar. El recepcionista me comenta que los envíos los tenemos que hacer en un horario muy cerrado, y que además, siendo hasta Osaka, nos iban a tardar hasta 4 días.

Esto nos rompe un poco los esquemas, ya que posiblemente cuando llegue la maleta a Osaka, ya nos habremos ido, y vemos arriesgado enviarla al primer hotel de Kyoto ya que solo vamos a pasar una noche.

Nos pasamos un buen rato haciendo cálculos, y finalmente decidimos que iremos a Osaka en plan mochileo y enviaremos las maletas directamente al segundo hotel de Kyoto.

Al volver a la recepción, el recepcionista me dice que me ayuda a rellenar el papel, pero solo una parte, ya que hasta tener las maletas, no puede rellenar todos los datos, y que eso solo puede hacerlo una persona por las mañanas. Es un lío, porque mañana nos vamos temprano a Nikko. Finalmente, nos piden que bajemos las maletas para medirlas, y conseguimos que le dejen una nota a la persona de las mañanas para que nos rellene el papel.

En conclusión, si usamos este servicio con los hoteles, tenemos que ser cuidadosos con las condiciones que tienen. Más adelante, descubriremos que vale muchísimo más la pena llevar las maletas directamente a una oficina de Takkyubin, donde te pasan un QR para rellenar los datos del hotel donde quieres que te envíen la maleta, y en 48 horas te llega, aunque sea a larga distancia.

Después de tanto lío, nos vamos a dormir, que mañana madrugamos.