En nuestra planificación marcamos este último día en Cusco como un día más tranquilo, para ver todo lo que nos queda pendiente, sin estresarnos.

Hoy nos levantamos a una hora más decente, y vamos a desayunar en el mismo hotel.

Desayuno

Desayunamos en el mismo hotel. Volvemos a pedir los huevos revueltos y la tortilla de verduras, ya que nos gustaron mucho.

A las 9:30 estamos listos y salimos a caminar.

Iniciamos nuestra visita en el Arco de Santa Clara. Este arco se encuentra al lado del Mercado de San Pedro, y es una de las entradas al centro de la ciudad. Es un monumento neoclásico construido en el año 1835 para conmemorar la confederación peruano-boliviana.

Justo al lado tenemos la Plaza de San Francisco, que es una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, cerca de la Plaza de Armas. Fue un importante centro religioso y educativo durante la época colonial, y en la misma plaza se encuentra el Convento de San Francisco, de estilo barroco. La plaza está rodeada de edificios coloniales, pequeñas tiendas, y espacios verdes.

Pasamos cerca del Convento de la Merced, que es otro de los templos religiosos más importantes y antiguos de la ciudad. Se fundó en el siglo XVI y destaca por su majestuosa iglesia y los grandes claustros con arcos de piedra. Se puede entrar en el museo religioso que conserva obras de arte colonial.

Lo siguiente es la Plaza Regocijo, aunque en los carteles se la conoce como Plaza Kusipata. Es una de las plazas más antiguas, que durante la época inca fue un espacio cerimonial, y posteriormente, en época colonial, se usó para actos públicos y fiestas ciudadanas. Está rodeada de restaurantes y hoteles, y en el centro hay una fuente que le da un aire pintoresco.

La Calle Espaderos conecta la Plaza Regocijo con la Plaza de Armas. Recibe este nombre porque en época colonial, aquí trabajaban los artesanos que forjaban espadas y armas. Ahora es una pequeña calle transitada, con tiendas y restaurantes que conserva las fachadas coloniales y los balcones de madera.

Después de ver el bullicio en la Plaza de Armas, subimos a la Plaza del Tricentenario, que es una pequeñita plaza al lado de la catedral. Se construyó para conmemorar el tricentenario de la fundación española de la ciudad, pero hoy es un lugar tranquilo, con varias fuentes ornamentales. En esta plaza nos sentamos un rato para relajarnos.

Cerca de la Piedra de los 12 Ángulos, que ya visitamos el otro día, entramos en la tienda de artesanía Asunta. Es una tienda muy anunciada en redes sociales, porque es grande y los precios suelen estar más bajos que en otras tiendas. Aquí compraremos algunos muñequitos de recuerdo para nuestros ahijados.

Desde aquí nos preparamos para una subidita, hasta el Mirador de San Cristobal. Desde este mirador se observan vistas a todo el centro de Cusco. Se puede entrar también en el campanario, pero en nuestro caso nos conformamos con la vista del mirador.

Muy cerca está la Calle Siete Borreguitos, que es una de las calles más fotografiadas de la ciudad, debido a sus paredes decoradas con flores colgantes. Y al final de la calle se encuentra el caminito hacia el Acueducto de Sapantiana, del siglo XVII, que se usó para conducir el agua hacia el centro de la ciudad.

Desde aquí, nos quedaría por visitar la zona arqueológica de Saqsaywaman y la estatua del Cristo Blanco. No lo haremos en esta ocasión, ya que se acerca la hora de comer, y ya hicimos suficiente caminata ayer.

Bajando paramos en el Mercado de San Pedro y compramos algunas figuritas de toritos de Pucará, que normalmente las veremos colocadas en los tejados de los pueblos, en pareja, que son un símbolo de protección, prosperidad y fertilidad. Cada color representa un valor diferente. Compramos varios toritos de tamaño pequeño para regalar a nuestros familiares.

Comida: Restaurante Catedral

Otro de los restaurantes que teníamos reservados antes de iniciar el viaje, muy cerca de la catedral, y de comida típica peruana.

Aquí pedimos una causa de pulpo y unos anticuchos de alpaca, que aunque lleven el nombre de anticuchos, no són la parte del corazón, como suelen serlo. En este caso son el lomo de la alpaca. También, Lorena se quedó con el gusanillo de la hamburguesa de ayer, así que se pedirá una, a ver si hoy tiene más suerte. Para beber, una botella de agua y un maracuya sour.

En este caso sí que hemos acertado con todo, y disfrutamos mucho de la comida. Además, el restaurante tiene bonitas vistas hacia la catedral. El precio un poquito más caro, pero también hemos pedido un producto más caro de lo habitual.

Precio: s/. 170 (43€ aproximadamente)

Causa de pulpo
Anticuchos de alpaca

Como tenemos la tarde libre, valoramos la opción de apuntarnos a una clase de elaboración de chocolate. Al parecer, no tuvimos suficiente con la clase de cocina, que hoy también queremos saborear el típico chocolate peruano.

Tenemos nuestra reserva a las 17:00, así que nos vamos al hotel a descansar un rato.

Durante el curso elaboramos unos bombones de chocolate, con un relleno de ganash hecho con miel y nata de la leche. También rellenamos a nuestro gusto con frutos secos y mermelada. La clase ha sido divertida y nos llevamos unos ricos bombones al hotel, aunque si tenemos que recomendar una clase, el taller de cocina del otro día nos gustó más.

Elaborando bombones de chocolate

Nos hemos hinchado a chocolate, así que hoy ya nos daremos por cenados.

Hoy a dormir temprano otra vez, ya que mañana toca volver a madrugar para ir en avión a Puerto Maldonado.

Mapa resumen