Hoy nos levantamos a las 6:00 para poder hacer una excursión por el Valle Sagrado en la región de Cusco. La excursión que hacemos es la de Tour Valle Sagrado VIP en 1 día de Machu Picchu Viajes Perú. En realidad es una excursión pensada para hacer en dos días, pero este proveedor la compacta un poco para poder hacerla en uno (y madrugamos también).
A las 6:40 nos recoge una furgoneta en el hotel. Como es tan temprano, pedimos desayuno para llevar.
También aprovechamos que en el hotel hay lavandería para poner nuestra ropa a lavar, que siendo el séptimo día, ya empezaba a acumularse.
Y empezamos el tour.
Desayuno
El hotel nos prepara una bolsita con un pequeño bocadillo de jamón dulce y queso, un plátano y un zumo. Nos lo comemos en la furgoneta de camino.

En aproximadamente una hora llegamos al pueblo de Chinchero. Aquí hacemos una primera parada en la Comunidad de Mujeres Andinas, donde nos hacen una exhibición de como fabrican la lana a partir del pelo de la alpaca, y cómo la tiñen después. Aprovechan la visita para mostrarnos su mercado de artesanía.
Estando en Chinchero, nos dan un pase para ver las cuatro zonas arqueológicas que visitaremos durante el día, y nos quedamos a ver la que hay en la misma ciudad. Los restos arqueológicos muestran un conjunto de gradas agrícolas donde cultivaban el maíz y varios barrios de viviendas. Se distingue la zona noble porque las piedras de las pareces están perfectamente talladas y encajadas.
Después de ver Chinchero, nos compramos una empanada de espinacas que vendían en un puestecito, y seguimos nuestra ruta. La próxima parada es la zona arqueológica de Moray. Moray destaca por sus gradas agrícolas circulares, construidas en la cavidad de una montaña. Consiste en una gran obra de ingeniería, en la que conseguían crear microclimas en cada nivel, de modo que podían cultivar diferentes alimentos.
En esta época del año, la hierba está bastante seca, pero si se visita en época de lluvias, todo se vuelve muy verde.

Visto Moray, vamos hacia las espectaculares Salineras de Maras, un conjunto de más de 3000 balsas, alimentadas por el río de agua salada que desciende de la montaña, y que producen kilos y kilos de sal, diariamente. De aquí se obtiene la famosa sal de Maras. La visita no permite entrar en la zona donde están las balsas, pero hay un mirador para observarlas.

Tanto el camino para bajar como para subir es una pista de tierra muy estrecha, con furgonetas turísticas viajando continuamente en los dos sentidos. Tememos un poco por nuestra vida.
Ya es mediodía, así que nos llevan a Urabamba a comer.
Comida: Don Angel
Como en la excursión que hicimos a Chivay, en este caso nos llevan a otro buffet turístico. Hay mucha variedad de comida, pero en nuestra opinión es una tourist trap. Probamos platos típicos como la causa, el ceviche o el chicharrón, y el sabor no tiene nada que ver con lo que hemos podido ver hasta ahora.
Pero bueno, se puede comer y es lo que nos incluye el tour, tampoco nos podemos quejar.
Durante la comida, hay un grupo de música en directo tocando.
En nuestro caso lo tenemos incluido, pero vemos que el precio son s/. 79 por persona, además de cada botellita de agua, que vale s/. 7. Es bastante más caro que los buffets que había en Chivay. Si hiciéramos la ruta por libre, claramente buscaría otra cosa.
Saliendo de comer vamos a Ollantaytambo. Es algo paradójico, porque mañana volveremos a estar aquí para ir a Machu Picchu, pero hoy nos limitaremos solo a ver la ciudad.
Esta ciudad es curiosa, porque gran parte de las viviendas están construidas sobre las paredes de las casas originales de la ciudad inca. En las calles hay bastante caos de gente, ya que mucha gente baja allí para ir al tren que lleva a Machu Picchu.
Nosotros nos dirigimos a la zona arqueológica de Ollantaytambo. Esta gran ciudad inca era un centro religioso y una fortaleza. Fue un centro administrativo clave, ya que estaba situada entre tres valles. Seguramente la agricultura producida en esta ciudad no fuese suficiente, y tuviesen que importar productos de otras ciudades como Chinchero.

Dejando Ollantaytambo, la siguiente parada es Písac. Cuando llegamos ya está empezando a anochecer, y hace bastante frío y viento. Pero aún así, podemos entrar y ver la zona arqueológica, que contiene una enorme extensión de gradas agrícolas, por toda la montaña.

Bajando de Písac, paramos a una joyería en la que nos hacen una exhibición y nos explican cómo trabajan la plata.
La verdad es que el día ha sido muy interesante, pero hacer toda esta ruta en un día es muy cansado.
A las 19:00 ya estamos en el hotel y recogemos la ropa que habíamos dejado para lavar. Por 7kg de ropa nos cobran s/. 70. Es bastante más caro que llevarla a una lavandería local, pero no queríamos depender de otro negocio que podría no estar abierto a las horas que lo necesitáramos.
También, a las 19:30 hemos quedado con nuestro proveedor de Machu Picchu Viajes Perú, que nos dará los pases del tren y las entradas a Machu Picchu para mañana, y nos dará instrucciones de todo lo que tenemos que hacer.
Después de la explicación, tenemos reserva en un restaurante.
Cena: Morena Peruvian Kitchen
Conseguir la reserva para este restaurante nos costó, ya que siempre está lleno y hay que pedir mesa con varias semanas de antelación. Por suerte, escribiéndoles por email, nos consiguieron una mesa.
Es un restaurante fino. Solamente entrar, nos ofrecen una copa de cava. Subimos al piso de arriba y pedimos para cenar. Cenamos guacamole del huerto con crackers, que es un guacamole muy rico mezclado con varias verduritas, causa especial de la Morena, que resulta ser una buenísima causa con langostinos rebozados, ají y piel de pescado frita, y un mar y tierra, plato de fideos estilo Nikkei con gambón y ternera. Para beber, dos cócteles chicha morada sour.
En este caso todo estaba increíble, pero hemos pedido demasiado y estamos a punto de reventar.
Precio: s/. 218 (55€ aproximadamente). Es algo caro, pero mucho menos de lo que nos esperábamos, al ver la calidad de la comida y el trato recibido.


Al salir del restaurante, nuestra intención es ir al club Chango, que es una discoteca cercana. Por alguna razón la puerta está cerrada aunque por horario indica que está abierta. La verdad es que estamos muy cansados de todo el día, y tampoco nos preocupa mucho, así que nos vamos a dormir al hotel.