Este año queríamos hacer algo diferente para la Castanyada, que se celebra el 31 de octubre en Catalunya. Coincidió que la semana pasada estuvimos en Viladrau en la Fira de la Castanya, y vimos anunciado que en el mismo pueblo se celebraba el Ball de Bruixes, una actuación que se hace todos los años en la vigilia del Día de Todos los Santos. Nos pareció interesante, y la verdad es que no solemos celebrar el Halloween, así que nos apuntamos a este plan. Pensamos que también podría ser interesante pasar una noche por la zona, así que buscaremos un hotel donde dormir.
Llegado el 31 de octubre, cuando salimos de trabajar, nos vamos en coche hasta el Hostal de la Guineu, ubicado en la urbanización Les Guilleries, a unos 8 km de Viladrau. El hostal forma parte de una antigua masía en la entrada de la urbanización. Cuando llegamos, ya es de noche y está oscuro, pero podemos ver que fuera hay una pequeña granjita con animales.
Las zonas comunes del hotel están dentro de la masía y tienen una decoración muy rústica, que nos recuerda que estamos en la montaña. Las habitaciones están en un edificio separado, que es más moderno, pero no están nada mal al tratarse de un hostal, y la cama es enorme. La habitación tiene vistas al bosque, y se puede ver asomando la parte más alta del Montseny. Una noche nos cuesta 120€, teniendo en cuenta que el hostal está bastante lleno en esta época del año.
Para hacer un poco de tiempo hasta la hora de cenar, hacemos un paseíto nocturno por la urbanización. Hay muchísimo silencio, y en algunas casas se ven las familias preparándose para celebrar la noche.
Antes de ir a Viladrau, pasaremos por el hotel a cenar.
Cena
Cenamos en el mismo restaurante del hostal, que vemos decorado como una masía catalana. Hay brasas para hacer carne, pero hoy no queremos cenar tan fuerte.
Pedimos varios entrantes para compartir: alcachofas rebozadas, una tabla de embutidos, y unos canelones de carne. La verdad es que está todo muy bueno, sobre todo los canelones.
Para beber pedimos dos copas de vino de la casa, y de postre un flan de naranja casero que también nos gusta mucho.
Precio: 40,40€

Al terminar de cenar, nos vamos directos hacia Viladrau. Tenemos que aparcar un poquito lejos, ya que hay bastante gente en el pueblo, pero nada comparado con la semana pasada durante la Fira de la Castanya.
En la Plaça Major están celebrando la Castanyada. En el centro de la plaza hay fuego, en el que están asando gran cantidad de castañas. También hay una pequeña feria de productos artesanos.
Para hacer tiempo, compramos dos paquetes de castañas (que no nos podemos terminar) y un par de chupitos de ratafia, un licor tradicional de esta zona de Catalunya, a base de hierbas y especias aromáticas.
El espectáculo del Ball de Bruixes empieza en la plaza, donde una mujer hace su aparición y la acusan de brujería. En ese momento, siguiendo una marcha de antorchas y al grito de «¡bruixa!», caminamos a lo largo de la calle hasta llegar al recinto donde va a ser la actuación.
La obra representa una antigua leyenda del pueblo entre los años 1618 y 1622, en que varias mujeres que habitaban en las montañas y elaboraban sus propios ungüentos fueron acusadas de brujas, perseguidas y ejecutadas en público. Es una leyenda de la que se hace memoria cada año, en la vigilia de Todos los Santos.
Hemos de decir que la obra está muy bien ejecutada, y la actuación por parte de las brujas es muy bien interpretada, en la que vemos distintos bailes y efectos de luz y de fuego. Creemos que ha valido mucho la pena venir.

Al terminar el espectáculo ya comienza a hacer bastante frío. Nos vamos al hotel y nos duchamos, que entre tanto humo y fuego, olemos demasiado a quemado.
Al día siguiente
Hoy no tenemos prisa y no nos levantamos muy temprano, aunque queremos aprovechar la mañana para hacer alguna excursión por la zona. Antes que nada, iremos a desayunar al restaurante del hostal.
Desayuno
El desayuno del hostal es básico y tiene algunos embutidos, algo de bollería y lo típico de cafetería. Está por debajo de nuestras expectativas, ya que nos esperábamos que al tratarse de una masía, nos podríamos encontrar un buen pan de horno, o embutidos de calidad de la zona. Pero tampoco está del todo mal.
Precio: 8,50€ por persona
Habiendo desayunado, nos vestimos para salir de excursión y hacemos el checkout en el hotel. Por la zona hay varias rutas, así que no cogeremos el coche.
Nuestra intención es hacer un pequeño paseo por la zona de la Riera Major.

El camino empieza en el hostal, saliendo de la urbanización. Empieza siendo un camino estrechito y con barro, a causa de la lluvia de los últimos días. Es así hasta cruzar la carretera, que se convierte en una pista ancha.
Seguimos la pista río abajo durante unos kilómetros. Durante todo el camino estamos prácticamente solos, y está siendo un paseo muy agradable. El sendero es bastante llano y no hay que hacer muchas subidas. Aprovechamos que por el camino hay Geocaching‘s para encontrar algunos de ellos.

Llegamos caminando hasta el Viaducte d’Osormort y nos damos la vuelta, por el mismo camino. De vuelta nos encontramos con algunos castaños y aprovechamos para recoger castañas.
Sobre las 13:30 llegamos de vuelta al hostal, y comemos allí mismo.
Comida
En el hostal hay un menú de 35€, pero nosotros preferimos hacer carta.
Para empezar, el restaurante nos invita a unas patatas chips de elaboración propia que están muy ricas.
Como entrante nos pedimos un plato de escudella cada uno, que está bien, pero tampoco es la mejor que hemos probado. Y como segundo, unas costillas de cordero, y un filete con salsa de setas. Aquí, lo mismo, la carne está buena pero tampoco impresiona.
Aún así, el precio no está nada mal por todo lo que hemos comido.
Precio: 59,90€

Al terminar de comer, vamos al coche y nos vamos de vuelta a casa. Como conclusión podemos decir que ha sido un plan muy divertido, y que nos alegramos de haber podido pasar una noche en este hotel y poder disfrutar de la naturaleza, aprovechando que estábamos allí.